Vestirnos de blanco en la víspera del Nuevo Año es una costumbre cada vez más extendida y que no tiene que ver tanto con la moda. Curiosa, me puse a investigar un poco y encontré que la tradición proviene de Brasil y actualmente se sigue en muchos países. El blanco tiene muchos significados y el principal es la pureza y el ánimo de renovación. Se interpreta como un lienzo sin estrenar que se irá llenando cada día, cada mes del año que comienza con nuevas experiencias. También, el hecho de darse una nueva oportunidad de encarar las cosas y la manera de vivirlas. Otro dato interesante que encontré es que en los inicios del siglo XIX estuvo de moda vestirse de este color porque la idea era dejar atrás lo externo y superficial para potenciar los valores internos y así que las personas llamen la atención por lo que son y no por cómo se ven. Quizás, en medio de tanto vértigo por las Fiestas, en lugar de preocuparnos por el vitel toné, la ensalada rusa o el helado de limón, frenar un poco...