La primavera es la mejor época para entrenar al aire libre ya que no hace tanto calor como en verano, ni mucho frío como en invierno. Tanto para los que entrenamos durante todo el año, como para los que lo hacen en estos meses, toda actividad debe encararse cuidando nuestra salud: Hidratación: durante la actividad física, el cuerpo pierde líquido a través de la sudoración ya que precisa mantener su temperatura en 37 grados y lo logra evaporando agua a través de la piel. Es importante saber, que el agua también ayuda a transportar los glóbulos rojos con oxígeno a los músculos, eliminar el anhídrido carbónico a través de la respiración y regular la presión arterial para el buen funcionamiento del corazón y la circulación. Por ello debemos hidratarnos (consumir AGUA) antes y después de nuestra actividad física. Protección solar: al hacer actividad al aire libre es importante utilizar protector solar. Mientras corremos, jugamos al vóley, hacemos ejercicio en el parque, estamo...