Llega la época del año en la que nos tenemos que poner más livianitas de ropa e ir viendo cómo anda "todo" tras un arduo invierno de guisos, medialunas y sedentarismo. "Es lo que hay", "Más que pozos, tengo baches", "Uh, el rollo de la panza está más caído que el año pasado" o "Me debería dinamitar para empezar de cero" son algunas de las frases que nos pueden atacar mientras nos miramos al espejo de cuerpo entero. Pero, ¡que no decaiga! es lo que tenemos que pensar, creérnosla un poco con lo que tenemos. Y no darle bola al ese ideal de belleza que intentan imponernos desde afuera gente que quizás está peor que nosotras. No hay nada más irritante que leer esas notas tipo "qué traje de baño elegir de acuerdo a tu cuerpo", ilustradas con fotos de minas "perfectas" (y lo pongo así porque si lo son es gracias al photoshop) y, a la par, aconsejar a chicas "grandotas", con"caderas anchas" o de escote "pronunciado", todos eufemismos para no decir "gordita", creo. Si la intención es escibir una nota para ayudar armonizar nuestro cuerpo, sea cual fuere, con una malla, bueno, no estaría mal poner un par de fotitos con chicas más naturales, curvilíneas, con quilitos de más tambén en una playa paradisíaca, peinadas y peluquereadas a full, destacando otros aspectos de la belleza que no sean la delgadez. Sí, hay muchas minas caminando por la calle dignas de estar en una pasarela o en la tele mostrando todo, pero convengamos que la mayoría no somos así, aunque tegamos lo nuestro.
Así que, mujeres, yo les propongo desde acá que el día "D", ese en que nos tenemos que enfrentar con el espejo del probador de la casa de mallas, lo hagamos con buena onda, amando cada centímetro de nuestro cuerpo, ese que tenemos, sanito, enterito, listo para salir al mundo y decirle quiénes somos, y elijamos esa prenda con la que mejor nos sentimos. Y si te sentís taaaan mal con lo que ves, ponete las pilas para cambiarlo sin agredirte. Todas tenemos algo bello para destacar, algo que nos hace sentirnos divinas y únicas, y es trabajo de cada una de nosotras tratar de encontrarlo y mostrárselo a los demás.
Así que, mujeres, yo les propongo desde acá que el día "D", ese en que nos tenemos que enfrentar con el espejo del probador de la casa de mallas, lo hagamos con buena onda, amando cada centímetro de nuestro cuerpo, ese que tenemos, sanito, enterito, listo para salir al mundo y decirle quiénes somos, y elijamos esa prenda con la que mejor nos sentimos. Y si te sentís taaaan mal con lo que ves, ponete las pilas para cambiarlo sin agredirte. Todas tenemos algo bello para destacar, algo que nos hace sentirnos divinas y únicas, y es trabajo de cada una de nosotras tratar de encontrarlo y mostrárselo a los demás.
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