En estos tiempos que corren, donde nada nos conforma, corremos todo el día detrás de algo que no sabemos bien de qué se trata, la violencia de toda índole es frecuente en la calle, los medios de comunicación y también en las redes sociales, la clave está, tal vez, en crearnos una suerte de refugio espiritual y, así, evitar que el contexto nos "enferme". Cada vez más se evidencia que el ambiente nos influye mucho a la hora de medir nuestra energía y de relacionarnos entre nosotros. Estar en medio de un "ecosistema" favorable puede resultar altamente beneficioso para nuestro equilibrio mental, corporal y emocional. Con esta simple lista de consejos, quizás sea posible aportarle a nuestro hogar esos "extras" que nos pueden ayudar a sentirnos mejor.
1) Optar por los colores "tierra": un diseño de inspiración zen debe tener una paleta de colores naturales, en tonos suaves, como el blanco, el gris, la gama de los beige, los rosados, que tienen el poder de inducirnos a un estado de calma y relajación. La armonía cromática entre los elementos también es importante, y debe intentar generar cierta continuidad entre las paredes, el mobiliario y los pisos. Se uede elegir un tono dominante e ir combinando las texturas de los diferentes elementos remitiéndonos a él.
2) Elegir superficies suaves a los pies: los pisos de madera, como el parquet, son siempre una buena elección. Blanquecinos, grisáceos o cualquier tono amaderado no sólo son refinados, sino que son súper combinables con cualquier tipo de decoración. Las alfombras de lana brindan sensación de confort, aunque requieren un alto nivel de mantenimiento. No obstante, se puede colocar una carpeta sobre el piso de madera paraa generar una zona confortable y son muy recomendables aquellas compuestas por fibras de algodón, en tonalidades del gris o del khaki.
3) Cortinas y persianas ligeras, en tonos naturales: Uno de los elementos esenciales de la decoración zen son los cortinados, que proveen una sensación de intimidad y reducen los ruidos externos. Son ideales aquellos confeccionados con textiles naturales, como lino o lana.
4) Apostá por la luz natural y la iluminación artificial suave: para crear un ambiente totalmente relajante, reemplazá la iluminación fluorescente con tonos de lámparas cálidos o velas. Ubicá diferentes fuentes de luz para que puedas crear diversos juegos de acuerdo a la necesidad. Resulta más apropiada la luz puntual, provista por lámparas de piso o de apoyo, antes que la luz cenital.
5) Elegir muebles simples y naturales: el mobiliario estilo zen se caracteriza por su simplicidad y sus líneas puras. Debe ser de alta calidad y realizado con materiales naturales, que aportan un sentido de confort y relajación. Como el dormitorio es la habitación del hogar de descanso, por excelencia, algunas recomendaciones para decorarla son: ubicar la cama cerca de una fuente de luz natual, como una ventana y no hacerlo cerca de un lugar de paso. Se dice que las camas altas brindan una mayor sensación de confort (deberían superar los 55 cm); el respaldo puede ser tapizado en cuero o pachwork; optar por una decoración minimalista: con la menor cantidad de objetos a la vista posibles.
6) Colocar la menor cantidad posible de ornamentos y y decoraciones: en las paredes debe reinar la simplicidad. Evitar las colecciones de pinturas o de fotos y dejar aquellos realmente significativos.
7) Mejorá tu ambiente con aromas naturales: aceites esenciales, sprays, velas y sahumerios en aromas que te agraden y hagan sentir bien. Es recomendable tener aquellos que nos calman (lavanda, romero, manzanilla, citronela, nuez moscada, valeriana, verbena, etc.) tanto como aquellos que nos vigorizan (jazmín, rosas, tomillo, limón, menta, clavo de Olor, pino y ciprés, entre otros).
8) "Enmascarar" los elementos electrónicos: aunque son partes casi fundamentales de nuestra vida, en una atmósfera zen los elementos electrónicos no cuadran. Sin prescindir de ellos totalmente, se los puede tener "enmascarados" dentro de muebles que podamos cerrar y mantener nuestro ambiente en armonía.
9)
Incluir plantas, fuentes de calma y armonía visual: el tono verde de las plantas se integra armoniosamente a una bmiente zen, a la vez que oxigenan el aire. Los bonsai o los terrarios colgantes, por ejemplo, son una buena elección.
10)
Evitá el desorden: los espacios despejados y sin abarrotamiento de objetos,a demás de ser más bellos, son aromniosos. Ver las cosas "en orden" nos transmiten esa sensación a nuestro interior. Juntar cosas que no utilizamos nos hace presas de ellas. Energéticamente, hacer circular ropa, elementos y objetos que no utilizamos pero que sí podrían aprovechar otros es altamente beneficioso y genera una renovación constante.
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