PH: foter.com |
Estar paradas o sentadas durante tiempos prolongados no es bueno para la circulación de las piernas, lo cual con el tiempo puede derivar en problemáticas como los derrames, arañitas y hasta várices en las piernas.
Este y otros problemas se acrecentan con el sedentarismo, común entre quienes realizamos trabajos de escritorio y oficina, así como las actividades laborales que obligan a estar mucho tiempo de pie (docencia, atención en ventas, guardias o agentes en las fuerzas de seguridad, para citar algunos ejemplos) aumentan el riesgo de padecerlas. Para prevenirlas, el médico flebólogo e investigador Miguel Ángel Gramajo Booth, creador del método de Flebología Restaurativa, nos brinda 8 tips que podemos incorporar a nuestro rutina:
1- Mantener una alimentación equilibrada. Es fundamental controlar el peso y evitar el estreñimiento. Para ello, debemos llevar una dieta baja en calorías y alta en fibras, priorizando el consumo de frutas y verduras y bebiendo entre dos y tres litros de agua.
2- Cuidar la elección de nuestra vestimenta. Debemos evitar el uso de ropas ajustadas y de ligaduras en la mitad inferior del cuerpo. El calzado tiene que ser cómodo y liviano (los tacos muy altos o los zapatos demasiado apretados no colaboran al retorno venoso)
3- No permanecer más de una hora quieto en la misma postura. Cada ese lapso de tiempo es fundamental, en la medida de lo posible, dar breves paseos para movilizar las piernas.
4- Hacer media hora de ejercicios que fortalezcan la musculatura de las piernas y favorezcan la circulación de retorno. Una simple caminata ya resulta suficiente, pero podemos recurrir a otras opciones como la gimnasia, el ciclismo, la natación, el spinning o el tenis.
5- Evitar los medicamentos que dificulten la circulación venosa, como los anticonceptivos orales.
6- Utilizar medias de descanso, ya que ofrecen una compresión adecuada (se consiguen en la mayoría de las farmacias).
7- Realizar automasajes en la zona. La técnica es muy sencilla: los masajes deben efectuarse de forma ascendente, empezando por los pies y subiendo poco a poco hasta llegar a los muslos. Lo importante es no aplicarlos sobre las várices directamente, sino en las zonas aledañas. Los movimientos deben ser suaves y para ello hay que utilizar palmas y dedos en su totalidad, cuidando de no presionar solamente con las yemas. Para evitar la fricción, pueden utilizarse cremas o aceites. Siguiendo este procedimiento, la sangre acumulada en las venas comenzará a movilizarse y fluirá hacia el corazón.
8- Hacer un reposo de 5 minutos cada una o dos horas. Para esto es necesario acostarse y subir las piernas en un ángulo de 45º. Dormir con las piernas ligeramente elevadas es otra excelente alternativa. En ambas situaciones, también estaremos favoreciendo el retorno venoso.
Si vos ya padecés alguna de estas condiciones, estamos en el tiempo ideal para realizar algún tratamiento, ya que no se aconsejan durante las épocas de exposición solar. Siempre es aconsejable consultar con un especialista, sobre todo cuando hay predisposiciones genéticas, y no hay edad ideal para hacerlo, dado que hay múltiples tratamientos adecuados. En este caso quería comentarles la especialidad del Dr. Gramajo Booth, la Fleboterapia Restaurativa, un método que se originó en Europa y que perfeccionó en nuestro país y que consiste en "introducir en la luz del vaso una sustancia natural para reparar sus paredes para que la sangre fluya normalmente. Las venas enfermas no se extirpan, sino que se tonifican y recuperan su funcionalidad.
Por sus características, es mínimamente invasivo, con resultados son rápidamente notorios: luego de cada aplicación, la recuperación de las venas se percibe a simple vista y los síntomas de malestar comienzan a desaparecer. Además, puede realizarse en cualquier época del año y el paciente logra reincorporarse de inmediato a sus actividades habituales (necesita utilizar medias de elastocompresión graduada, pero sólo durante 2 o 3 días después de la aplicación)".
Comentarios
Publicar un comentario