Disminuir el consumo de sal y de grasas: el exceso de sodio puede relacionarse con trastornos circulatorios y de retención de líquidos. Conviene vigilar la cantidad de sal utilizada para condimentar, así como no abusar de los snacks, los encurtidos, los quesos curados, fiambres, etc. Por otro lado, si tenemos un consumo excesivo de alimentos ricos en grasa saturada, esto puede aumentar los niveles de triglicéridos y colesterol plasmáticos y aumenta la viscosidad de la sangre, lo que dificulta su circulación.
Más Omegas: la grasa poliinsaturada tiene la capacidad de disminuir la viscosidad de la sangre, por lo que favorece la corriente sanguínea. Se encuentra en los aceites de semillas (girasol, maíz, chía), los frutos secos y el pescado azul. Además, aumentan el "colesterol bueno" y hacen que el "colesterol malo" no se acumule alrededor de las arterias, por lo que evitan la formación de placas en las paredes de los vasos sanguíneos.
Vegetales doble acción: Hortalizas y verduras, frutas frescas, cereales integrales, levadura de cerveza y legumbres son ricos en potasio. Este mineral tiene la propiedad de favorecer la eliminación del agua, por lo que es conveniente incluir en la dieta. Además, son ricos en fibra, que facilita el buen tránsito intestinal, muy importante para tener buena circulación a la altura de la pelvis y evitar la presión intrabdominal. Los cítricos contienen en su hollejo sustancias que mejoran el tono venoso, por lo cual conviene consumir la fruta entera.
Tomar agua, té e infusiones: ante problemas de circulación, es importante -además de llevar una dieta abundante en vegetales- aumentar el consumo de líquidos, aunque no tengamos tanta sed como cuando hace calor. El agua es la bebida más recomendable a la que se suman otras como los caldos de verduras y las infusiones: té rojo, diente de león, cola de caballo y uva ursi, se recomiendan por sus propiedades beneficiosas para la circulación.
El movimiento es esencial: hacer ejercicio no tiene contraindicaciones: caminar, nadar, correr. A esto, se puede sumar mover las piernas (aunque sea estando sentada) o acostarse con las piernas en alto (poné diez minutos las piernas en alto acostándote en el piso con las piernas verticales apoyadas en la pared una vez por día), para favorecer el retorno venoso y mejorar los síntomas asociados a una mala circulación. .
Asesoró: Dr. Miguel Ángel Gramajo Booth (MN 42.569), médico flebólogo universitario con experiencia de 30 años en su especialidad. Orador en numerosos congresos nacionales y extranjeros. Miembro del American College of Phlebology. Pionero en los procedimientos de recuperación funcional sin extirpación. www.nuevaflebologia.com.ar Centro Flebológico Dr. Gramajo Booth: Tte. Gral Perón 1457, Piso 3 dto. 30, CABA, teléfonos: 011- 4373- 4968 y 4372-2769.
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