Bueno, no sé si es "mágica", pero les aseguro que sus beneficios se observan desde el primer uso: la piel se siente suave y tersa y, conforme pasan los días, se ilumina cada vez más. La sensación es como cuando terminás de hacerte una limpieza de cutis con puntas de diamante. Pero, ¿en qué reside el secreto de estas esponjas de origen coreano? En principio, ser provenientes de una cultura que (valga la redundancia) hace culto del cuidado de la piel, forma parte de sus costumbres hace siglos y es por ello que sus métodos y técnicas hoy son furor en el mundo.
La esponja Konjac se elabora a partir de las raíces del tubérculo Konnyaky o Konjac, que crece en gran parte de Asia, aunque son muy cultivados para su consumo gastronómico en Corea y Japón. La ráiz de este tubérculo es en su mayoría agua (97%), mientras que el 3% es glucomanato. Además, es rica en minerales y baja en calorías. En la cultura asiática esta raíz se ha utilizado tradicionalmente en remedios naturales para problemas de belleza. Al ser hecha con un tubérculo natural, es 100% biodegradable (no contamina) y por ello su vida útil es de 3 meses, aproximadamente, realizando los cuidados de uso que recomienda en su envase. No tiene conservantes, colorantes ni pigmentos artificiales. Es ideal para todo tipo de piel, también las más sensibles, y ayuda a exfoliar suavemente la piel, dejando una película protectora.
En el mercado hay varios tipos:
La esponja Konjac se elabora a partir de las raíces del tubérculo Konnyaky o Konjac, que crece en gran parte de Asia, aunque son muy cultivados para su consumo gastronómico en Corea y Japón. La ráiz de este tubérculo es en su mayoría agua (97%), mientras que el 3% es glucomanato. Además, es rica en minerales y baja en calorías. En la cultura asiática esta raíz se ha utilizado tradicionalmente en remedios naturales para problemas de belleza. Al ser hecha con un tubérculo natural, es 100% biodegradable (no contamina) y por ello su vida útil es de 3 meses, aproximadamente, realizando los cuidados de uso que recomienda en su envase. No tiene conservantes, colorantes ni pigmentos artificiales. Es ideal para todo tipo de piel, también las más sensibles, y ayuda a exfoliar suavemente la piel, dejando una película protectora.
En el mercado hay varios tipos:
- la original es de color blanco, realizada con raíz de Konjac puro y recomendada para todo tipo de pieles;
- la negra, con carbón activado de bambú, ideal para eliminar puntos negros, acné y manchas;
- la verde, a la que se añade arcilla verde en su composición, indicada para pieles mixtas o grasas;
- la roja hecha con arcilla roja francesa, para pieles secas y maduras y con efecto antiedad;
- la rosa con arcilla rosa francesa para pieles sensibles, cansadas o deshidratadas.
¿Qué beneficios aporta? Una piel limpia y radiante a la hora de lavarnos la cara. Mientras algunos utilizan cosméticos específicos para exfoliar químicamente el rostro, hay quien opta por hacerlo manualmente, y estas esponjas son la manera más natural (y suave) de hacerlo. Se debe dejar en remojo unos minutos antes de utilizarla, y utilizarla cuando esté blandita. Se puede acompañarla de cremas o lociones de limpieza para maximizar sus beneficios. Eso sí, después se debe enjuagar muy bien con agua tibia y escurrir sin retorcer. Se guarda colgándola para que se airee.
Tras la limpieza, hidratar la piel con el producto que solés usar y protegete del sol, como es recomendable hacerlo TODO el año.
Gracias a @nanaiseul que logró "enfermarme" de curiosidad (síganla en Instagram, es imperdible) y al local de Perfumerías Pigmento de Quilmes (no es chivo) donde conseguí la mía al mismo precio de venta de la página de @konjacoriginal que es una de las marcas que se consiguen en Argentina.
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