Sí, chicas, no me canso de traerles estas notas: nuestra piel es una sola y hay que cuidarla cada día y atender sus necesidades particulares. En este caso, expuesta al sol del verano, puede verse divina cuando va tomando cierto color, pero hay que prestarle mucha atención. Por ejemplo, ser conscientes de que la radiación ultravioleta que proviene fundamentalmente del sol puede ser muy dañina si no tomamos los recados necesarios, tanto para nosotras como para nuestra familia.
Durante la época estival es importante evitar el envejecimiento de la piel por exposición solar y para eso, es necesario utilizar protector solar con factor mayor a 30. Para un óptimo cuidado, debemos repetir la colocación del protector cada 2 o 3 horas, ya que aunque no estemos expuestas de manera directa, los rayos refractan en el pavimento, en la arena o en el agua, por lo que aún estando bajo techo o sombra, o nublado; la piel puede recibirlos.
Por otro lado, las altas temperaturas nos deshidratan rápidamente y, ante la transpiración, aumenta la humedad del cuerpo, volviendo la piel más proclive a infecciones. "La exposición al sol es muchas veces la responsable de la aparición de manchas en la piel, lunares y en casos más extremos, de melanomas” explica el Dr. Ariel Sehtman, profesor asistente de dermatología de la Facultad de Medicina de Fundación Barceló.
Por otro lado, las altas temperaturas nos deshidratan rápidamente y, ante la transpiración, aumenta la humedad del cuerpo, volviendo la piel más proclive a infecciones. "La exposición al sol es muchas veces la responsable de la aparición de manchas en la piel, lunares y en casos más extremos, de melanomas” explica el Dr. Ariel Sehtman, profesor asistente de dermatología de la Facultad de Medicina de Fundación Barceló.
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