Independientemente de la edad, cada persona suele mostrar algún tipo de sensibilidad cutánea al menos alguna vez en la vida. Algunos, porque genéticamente tienden a ello, otros, por las influencias medioambientales como la contaminación, las calefacciones o aires acondicionados; o bien por cuestiones emocionales como el estrés y estado de ánimo. También existen otras causas como problemas hormonales o una alimentación inadecuada.
Cuando estas influencias se acumulan, la piel puede llegar a desarrollar signos de reacción: se puede resecar, agrietar, producir picor, y formar eczemas o rojeces. Una piel sensible o irritada posee glándulas sebáceas débiles que producen sebo, de forma reducida o irregular. Como consecuencia, la capa hidrolipídica protectora de la piel, constituida por sebo, se vuelve inestable. Esto influye negativamente a la función de barrera de la epidermis, generando una reacción exagerada de la piel a los estímulos del medio ambiente, sobre todo a los productos químicos de aplicación tópica (Una piel sensible tiene un umbral de tolerancia inferior a la piel normal y, por ende, reacciona a estímulos del medio ambiente a los que la piel normal no reacciona)
En estos momentos, es importante cuidar la piel, protegiéndola de las agresiones externas y reforzándola desde el interior. Para lograrlo, se recomienda utilizar los ingredientes más puros: idealmente un cuidado 100% natural, con ingredientes orgánicos cultivados sin sustancias artificiales y formuladas sin aditivos químicos
Diferentes categorías de pieles sensibles
La piel sensible que se irrita fácilmente: las reacciones de esta piel son el hormigueo leve y estiramiento. El grado de sequedad es relativo.
La piel sensible, propensa a las alergias: la reacción frecuente de este tipo de piel es el enrojecimiento e incluso, la inflamación.
La piel con tensión aguda, muy sensible: muchas veces causada por la sobreestimulación de la epidermis, por ejemplo, en los tratamientos de peeling. Este tipo de piel se manifiesta por reacciones fuertes, sobre todo alrededor de la boca. Existe la posibilidad de que la persona acabe padeciendo dermatitis peribucal, una reacción cutánea importante
La diferencia entre la piel sensible y la piel alérgica: si bien comparten algunos síntomas, no todas las pieles sensibles son alérgicas. Mientras la alergia es una respuesta anómala de la piel al ponerse en contacto con alguna sustancia que provoca irritación, la hipersensibilidad no es una reacción del sistema inmunológico. Las pieles que son simplemente sensibles pueden serlo desde nacimiento o haberse convertido en hipersensibles por cambios ambientales, entre otros factores.
La tabla siguiente ayudará a distinguir una piel sensible de una alérgica:
Señales de hipersensibilidad
|
Señales de una alergia
|
-La piel es seca.
-Reacción inmediata con picazón, enrojecimiento o quemazón a partir del contacto con determinada cosmética, desde el primer contacto.
-Puede sufrir los síntomas sin marcas visibles en la piel.
-Si cuenta con marcas visibles, estas se limitan a la zona de su piel afectada exclusivamente.
-La piel reacciona al viento, al sol y a los cambios rápidos de temperatura.
|
-Sufre de enrojecimientos fuertes y dolorosos.
-Tiene ronchas, enrojecimientos y ampollas palpables.
-Los síntomas se muestran después de varias horas o hasta un día después a la exposición de la piel a sustancias sospechosas.
-La reacción de la piel se agrava en el segundo y tercer día.
-El enrojecimiento se extiende más allá de la zona expuesta.
-Los enrojecimientos no tienen una limitación clara.
-Ha sufrido otras alergias.
|
1) Evitar el contacto exagerado con el agua: Como en una piel irritada el proceso natural de suministro de lípidos está en desequilibrio, el contacto demasiado frecuente con el agua elimina sustancias que retienen la humedad. Por ello, la piel se puede resecar de forma extrema, hasta desarrollar eczemas de sequedad.
2) Hacer deportes que favorecen la relajación como Yoga o Tai-Chi.
3) Momentos de relajación como un masaje facial pueden ayudar a equilibrar los nervios y relajarse, lo que también puede mejorar el equilibrio de una piel irritada.
4) Ayudar al cuerpo con una alimentación sana, con ingredientes naturales y orgánicos que no contienen sustancias tóxicas.
5) Tomar mucho líquido: dos o tres litros de agua o té verde por día.
6) Cuidar la calidad de la ropa, porque esta puede contener sustancias químicas o tóxicas. Usar ropa de algodón orgánico, tejidos de lino o de seda que brindan una sensación agradable en la piel.
Para cuidar tu piel sensible, Weleda propone su Gift Box Almendra, ideal para esta época con bajas temperaturas, en la que la piel del rostro sufre el cambio de estación y un clima más adverso. Contiene dos productos de la línea de cuidado sensible de almendra; incluye la leche limpiadora calmante (que remueve delicadamente las impurezas y el maquillaje sin irritar) deja el rostro suave, luminoso y limpio (además, es apta para veganos y celíacos). Y, además, el fluido facial calmante, perfecto para aliviar irritaciones y sensación de tirantez; deja el rostro suave y aterciopelado (apto celíacos). El pack tiene un 20% de descuento sobre el precio total de los productos, por lo que su precio sugerido es de$536.
#WeledaArgentina #BellezaNatural
#WeledaArgentina #BellezaNatural
#WeledaGreenCare #AmorporWeleda
#CosméticaNatural #CosméticaOrgánica
#CrueltyFree #SinConservantes #SinParabenos
Comentarios
Publicar un comentario