No son productos tóxicos ni prohibidos pero, como en todo, lo importante es no abusar de ellos. Para respaldarnos con datos: la concentración habitual de estos componentes suele ser del 0,01 al 0,3%; la Cosmetic Ingredient Review (CIR) estableció en un estudio realizado en 1984 que su uso en cosméticos no tiene riesgos hasta en cantidades del 25%. En 2003 la CIR reabrió el estudio para cerciorarse de la seguridad de los parabenos para investigar su seguridad sobre niños y mujeres, y concluyó que no había necesidad de cambiar las conclusiones de su primer informe.
Sin embargo, el Journal of Applied Toxicology reveló en un estudio de 2004 que se habían detectado parabenos en ciertos tumores mamarios. Pero lo que no llegó a confirmar es si tenía relación en la formación del cáncer. Por otro lado, el problema de casi todos los aditivos, no solo de los parabenos, es que forman parte del 99% de los productos que consumimos a diario, por lo que estos compuestos se acumulan en nuestro organismo a un ritmo mayor de lo que nuestro cuerpo es capaz de asimilar.Una vez más parece ser que el problema no es del producto en si mismo, sino de su uso indiscriminado y de nuestro volumen de consumo.
Se pueden identificar en la etiqueta por sus nombres: methylparaben, propylparaben, butylparaben, hydroxybenzoate o benzylparaben.
Como consumidoras es bueno informarnos a la hora de consumir cualquier tipo de productos. En este caso hay varios productos que hace unos años proclaman no contener parabenos en sus fórmulas y quería que sepan por qué lo marcan como una virtud. No obstante, consumir aquellos que los tienen no representa un peligro para nuestra salud.
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